La Orden Militar de Caballería Ligera del Papa, es jesuita laica, bajo la Bendición del General de la Compañía de Jesús, Padre Adolfo Nicolás, colaboradores en la obra de Dios y de los Jesuitas en la misión de Cristo, en obras inspiradas en el desarrollo, la justicia social, los derechos humanos de los pueblos , el cuidado del medio ambiente y en la espiritualidad ignaciana, sean o no sus dignatarios de la Compañía de Jesús) click..
Quiénes somos
Los Caballeros de la Orden , soldados de Dios, somos jesuitas laicos, somos hombres y mujeres de frontera, dispuestos a estar en aquellos lugares donde hay situaciones de injusticia, donde otros no pueden o no quieren estar, donde se puede tener un efecto multiplicador en bien de la misión. Hombres preparados para responder a las necesidades de nuestro mundo, solidarizándonos con las víctimas de esta historia y así acompañar a Jesús rumbo a la cruz. Somos Compañeros de Jesús, amigos para la misión, y estamos al servicio de la Mayor Gloria de Dios.
(dijo Lord Maculay)
Bandera de las Américas, adoptada como símbolo de las Américas
por la séptima conferencia internacional Americana de
Montevideo el 13 de diciembre de 1933
En una nueva escalada de sus actividades insurgentes en
Medio Oriente el grupo denominado El Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL
o ISIS por sus siglas en inglés), un desprendimiento de al-Qaeda, pero mucho
más extremo, acaba de conquistar casi sin resistencia Mosul, la segunda ciudad
del país, luego Tikrit, y se encuentra en camino hacia Bagdad.
Su objetivo es consolidar su poder en Irak para establecer
en la región un califato a la vieja usanza, basado en el uso de la ley islámica
más estricta. Se juegan en este conflicto un conjunto de profundas e
irreconciliables divergencias: Occidente, sus aliados y su forma de vida frente
al islamismo fundamentalista, por una parte pero también la permanente puja
entre el islamismo chiita que domina Irak frente a la minoría sunita, que este
grupo representa.
ISIS nació en los primeros tiempos de la guerra en Irak a
partir de varios grupos insurgentes y reivindicó en 2004 su alianza con
al-Qaeda. A través del tiempo fue responsable de gran parte de los actos de
violencia durante la presencia de Estados Unidos en el país y después que se
retirara en 2011. Su primer líder, el militante jordano Abu Musab al-Zarqawi
fue muerto Recompensa en EEUU por Abu Bakr Baghdadi líder del ISISdurante un
ataque aéreo en 2006.
En esta avanzada sobre la capital de Irak se le están
uniendo los antiguos cuadros sunitas de Saddam Hussein.
Evidentemente los recursos del gobierno iraquí que encabeza
el Primer Ministro Nouri al-Maliki son muy limitados, por no decir nulos, para
contener la situación, por lo cual ya se avizora la potencial intervención,
directa o indirecta, de otras fuerzas extra-nacionales.
La crisis pone hoy en tela de juicio la forma en que el
gobierno pro-chiita de al-Maliki ha administrado el país desde la finalización
del gobierno de transición en 2006, y sobre todo la manera en que sus medidas
en vez de moderarlas, han profundizado las diferencias entre los chiitas, que
constituyen alrededor del 65 por ciento de la población y las minorías sunitas,
kurdas y otras.
Nouri al-MalikiEn efecto, durante la gestión del al-Maliki
se han reportado infinidad de abusos contra tales minorías que han encendido
fuertes resentimientos. Estados Unidos, que aún mantiene alrededor de 35.000
efectivos en la zona de Medio Oriente, sigue muy de cerca la situación y ha
manifestado la intención de apoyar al gobierno de Irak, una vez que dicho
gobierno ofrezca un plan de acción del que todavía carece.
Irán, de esencia chiita, puede poner en juego su poderío
militar y sus fuerzas de élite y, junto con aliados tales como Hezbollah, puede
decidir tomar en sus manos dicha acción. Aunque el gobierno de Hassan Rouhani
ha manifestado ayer en rueda de prensa que “por el momento” no intervendrá
directamente, también indicó que responderá positivamente a un eventual pedido
de ayuda del gobierno de al-Maliki.
Sin embargo la posibilidad encierra grandes dilemas para el
país del norte: por un lado, Estados Unidos contribuiría a desbaratar a
aquellos que ha apoyado por largo tiempo en Siria en las luchas contra
al-Assad. Por el otro, su participación podría profundizar aún más la lucha
sectaria si es percibida como convalidando los abusos de la administración de
al-Maliki respecto a las minorías. Esta contradicciones, junto con el ánimo
interno actual de Estados Unidos y de sus aliados, que tiende a la
no-intervención con tropas luego de los pobres resultados de las anteriores en
el mismo Irak y en Afghanistán, hace poco probable una nueva incursión en estos
términos, y en ese sentido ya se ha expedido el presidente Obama.
Así y todo, todavía es dudoso que el apoyo “desde el
exterior” al gobierno iraquí, aunque incluya incursiones aéreas, sea suficiente
por sus mismas falencias internas para que éste retome el control del país, y
que así frustre los objetivos del ISIS. De ese modo, la necesidad de impedir
que Irak se convierta finalmente en la semilla de un califato sunita
radicalizado abre otras posibilidades para la acción directa en el
terreno.Hassan Rouhani, presidente de Irán
Sin embargo existen versiones extra-oficiales respecto de
que Irán ya habría enviado varias unidades de la Guarda Revolucionaria
más allá de la protección de la frontera ante un potencial avance del ISIS.
Por una vez, el conflicto en Irak, que ya ha causado según la ONU más de un millón de
desplazados, pone a Estados Unidos y a Irán casi del mismo lado, mientras que
siguen manteniendo posiciones divergentes en Siria. Asímismo Estados Unidos ha
impulsado en forma decidida las múltiples sanciones a la República Islámica
por las transgresiones derivadas de su programa nuclear, a la vez que se
volverán a reunir a partir del lunes 16 en Viena para una nueva ronda de
negociaciones diplomáticas junto con Rusia, Francia, China, Reino Unido y
Alemania (P5+1).
La compleja situación abre nuevas oportunidades para la
consolidación del liderazgo regional de Irán, lo cual Estados Unidos y sus
aliados, así como también las demás potencias que puedan ejercer su influencia
entre los contendientes, deberán evaluar y sopesar para tomar una posición
coherente ante el avance de la insurgencia islámica fundamentalista a
través la región.
Es deseable que las potencias aprendan de nefastas
experiencias anteriores y que dichas posiciones, manifiestas o no, en ninguna
circunstancia y por ninguna razón incluyan el apoyo o promoción de ningún grupo
o contendiente que base su acción en la intolerancia, el terror y el
sufrimiento de los habitantes de tan castigada región.
No se trata de idealismo, sino de pragmatismo, ya que los
resultados de estas prácticas han sido hasta ahora sin excepción altamente
contraproducentes.
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